domingo, 1 de diciembre de 2013

POTAJE DE GARBANZOS CON ACELGAS

El potaje de garbanzos con acelgas, es un plato extraordinario y muy apropiado para éstos días de frío. Evidentemente, que cada maestrillo tiene su librillo y cada potaje es distinto en los ingredientes y en la forma de prepararlo.

Una vez dicho ésto os diré que si le ponemos un poquito de buen humor y una pizca de cariño, los platos nos quedarán siempre de rechupete.  A mí me quedó éste plato muy sabroso y ahí va la receta.  Espero que os guste.  Un fuerte abrazo.


INGREDIENTES

300 grs de garbanzos
3 ó 4 hojas de acelgas
3 patatas medianas
un huevo
sal al gusto


ELABORACION

Cocemos los garbanzos (podemos utilizar de bote ya cocidos), y reservamos, una vez escurridos.  En una perola, ponemos las hojas de acelga junto con la patata todo troceado y cocemos a fuego lento.  Cuando está casi cocido, añadimos la sal, los garbanzos y el huevo troceado y que previamente habremos cocido.  Dejamos hervir todo junto durante unos diez minutos y ya veréis que bien sienta éste plato en éstos días tan fríos.

2 comentarios:

  1. Me mataste, amigo mío. Odio las acelgas!!! Te envío un abrazo antes de desmayarme.

    ResponderEliminar
  2. jajaja jajaja. Totalmente de acuerdo Mike, pero lee ésto y verás que las acelgas son prioritarias a la hora de recibir nuestra amistad. Un abrazo.


    Propiedades nutricionales

    La acelga es una de las verduras más abundantes en folatos (vitamina que debe su nombre del latín folium, hoja), con cantidades sobresalientes de beta-caroteno (provitamina A) y discretas de vitamina C. Sus hojas verdes más externas son las más vitaminadas.

    Los folatos intervienen en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis del material genético y en la formación de anticuerpos del sistema inmunológico.

    El beta-caroteno es un pigmento natural que confiere el color amarillo-anaranjado-rojizo a los vegetales. El organismo, a medida que lo necesita, lo transforma en vitamina A. En el caso de la acelga, el beta-caroteno está enmascarado por la clorofila, pigmento más abundante. La vitamina A es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. Además, cuenta con propiedades antioxidantes. También participa en la elaboración de enzimas en el hígado y de hormonas sexuales y suprarrenales.

    En la acelga, el mineral más abundante con diferencia es el potasio. Sin embargo, esta verdura destaca respecto al resto por su mayor contenido en magnesio, sodio, yodo, hierro y calcio.


    La acelga en ensalada con zumo de limón, sirve para fortalecer el estómago y vigoriza el cerebro, así como para desinflamar los nervios. Contra los cálculos biliares se tomará en ayunas un vaso de zumo de acelga con zumo de berro en partes iguales. Como laxante en casos de estreñimiento pertinaz, se tomará el zumo de acelga, la cantidad de medio vaso, más una cucharada de aceite de oliva.

    Además la acelga es benéfica en las siguientes enfermedades: inflamaciones de los riñones, uretra y pelvis renal, trastornos del hígado e inflamaciones de la vesícula biliar, cólicos hepáticos y nefríticos, gota, reumatismo, diabetes, enfermedades de piel como eczemas, úlceras, llagas, etc., hemorragias de los intestinos, inflamaciones del duodeno, enterocolitis, asma, supresión de la orina, emisión difícil o dolorosa de la orina, vómitos de sangre, etc. Para todos estos casos, se usará la acelga en forma de ensalada o cocida a vapor, o mejor aún, se tomará el zumo crudo. El cocimiento de las raíces es magnifico para las enfermedades del hígado, para esto se tomará por tacitas. Los frutos tostados a manera de café y reducidos a polvo, se tomará la cantidad de una cucharada en una taza de infusión de llantén o en una copa de vino áspero, contra la disentería, hemorragias uterinas y emisiones abundantes de orina.

    La acelga se emplea en las escoriaciones y en general en las inflamaciones de la piel. En cataplasma se utiliza la acelga contra el zaratá (endurecimiento o cáncer del pecho), hemorroides, úlceras, heridas, llagas. Contra el reumatismo se usará cataplasma de las hojas frescas de acelga y apio, aplicadas varias veces al día. En enemas se utiliza la acelga en cocimiento, especialmente las hojas para combatir los catarros del colon y aliviar los pujos en las diarreas anguinolientas. Asimismo es magnifico este enema en los estados febriles, particularmente en la tifoidea, pero si se desea obtener una acción más enérgica se hará hervir la raíz bien triturada con un poco de manzanilla y corteza de malva.



    ResponderEliminar