INGREDIENTES
- un calabacín mediano
- un vaso de harina
- un vaso de aceíte
- dos huevos batidos
- sal al gusto
ELABORACION
Lavamos el calabacín, y sin quitarle la piel lo cortamos a rodajas no demasiado finas. Pasamos las rodajas por la harina, luego por el huevo, añadimos la sal y los echamos a la sartén con el aceite bien caliente. Que se doren durante unos segundos por cada lado. Sacamos y los dejamos sobre un papel secante para eliminar aceite. Ya veréis qué ricos están.
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